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            “Los derechos humanos son como la armadura: te protegen; son como las normas, porque en ellas se explica como puedes comportarte, y son igual que los jueces, porque puedes recurrir a ellos. Son abstractos, como las emociones, y como ellas, pertenecen a todos, independientemente de lo que pase.

            Son como la naturaleza porque pueden ser violados, y como el espíritu, porque no pueden ser destruidos. Como el tiempo, nos tratan de la misma forma a ricos y a pobres, a viejos y jóvenes, a blancos y negros, altos y bajos. Nos ofrecen respeto y nos obligan a tratar con respeto a los demás. Así como la bondad, la verdad, y la justicia, sobre las que a veces podemos estar en desacuerdo al definirlas,  pero que reconocemos cuando las vemos.”

            Manual de educación en los Derechos Humanos con Jóvenes.

            Consejo de Europa.

 

Hoy ya no está en vigor la declaración de estado de alarma, y una de las consecuencias de ello, es que los Derechos Fundamentales volverán a estar vigentes en toda su dimensión.

Se me antoja que es una razón más que suficiente para que todos  y cada uno de nosotros tomemos conciencia real de lo que son los Derechos Fundamentales y actuemos en nuestro orden cotidiano de tal modo que los respetemos y exijamos su respeto.

Muchas veces confundimos derechos humanos con derechos fundamentales, sin embargo, no son exactamente lo mismo, aunque tienen semejanzas de concepto, que abonan precisamente esa confusión.

¿Qué son los Derechos Humanos?

Cuando hablamos de derechos humanos nos referimos a derechos esenciales que tiene todo ser humano, y se reconocen en beneficio de la dignidad de todos y cada uno de nosotros.

Son derechos que están ligados a la persona por el mero hecho de existir, sin que exista ningún tipo de condicionante para ser reconocidos. Desde que la vida del ser humano es viable e independiente (en sentido biológico), por lo que pueden ser exigidos en cualquier momento de la vida, siendo su aplicación expresa e inmediata.

Son derechos irrenunciables, por lo que nadie puede decidir si se le reconoce o no el derecho, ni a sí mismo ni a tercera persona.

Son derechos inalienables. No pueden negarse a ninguna persona, y son intransferibles.

Son derechos absolutos

Los derechos humanos nacen con la persona y terminan con la desaparición física de la persona

Por tanto, son derechos inherentes a todo ser humano, sin distinción de nacionalidad, lugar de residencia, sexo, origen nacional o étnico, color, lengua, y deben ser respetados en cualquier parte del mundo, sin importar nacionalidades, patrimonios, culturas,, etc…

Son derechos humanos a modo de ejemplo:

El derecho a la vida.

El derecho a la igualdad.

El derecho a la libertad.

Los cimientos sobre los que se construyen los derechos humanos los podemos encontrar en la Carta de las Naciones Unidas (1945) y en la Declaración Universal de Derechos Humanos (1948).

¿Qué son los Derechos Fundamentales?

Los derechos fundamentales son las garantías consagradas para todos los ciudadanos o residentes de un país, por lo que su alcance es nacional y sus disposiciones y cumplimiento dependen del Estado. Se tratan por tanto, de derechos recogidos y reconocidos por la ley que garantizan mecanismos que aseguran la paz y la convivencia social.

Hablamos por tanto de derechos fundamentales para referirnos a determinados derechos humanos recogidos por la ley del Estado. Los mecanismos legales a través de los cuales se va a procurar el cumplimiento de los derechos fundamentales son las garantías fundamentales, y pueden limitarse si concurren determinadas circunstancias.

El reconocimiento del derecho fundamental por parte del Estado, sirve al ciudadano nacional de ese país, residente, o en situación de tránsito para tener plena conciencia de la obligación de que el derecho en cuestión sea reconocido y protegido. Por tanto, cada país define sus propios derechos fundamentales, las garantías de su protección, y de qué modo y manera puede ser limitado.

Los derechos fundamentales, por tanto, nacen con la constitución o con determinados tratados internacionales (existe una carta de los derechos fundamentales de la Unión Europea) y al igual que los derechos humanos son alienables, inviolables e irrenunciables.

La Constitución Española recoge una serie de derechos fundamentales que deben ser interpretados de conformidad con los derechos humanos. Son ejemplo de derechos fundamentales (se reconocen muchos más) :

Derecho a la libertad ideológica.

Derecho a la dignidad, humana, al honor y a la intimidad.

Derecho al secreto de las comunicaciones y a la inviolabilidad del domicilio.

Derecho a la libertad de expresión.

Derecho de reunión, manifestación y asociación.

Derecho a la tutela judicial efectiva.

Cada país tiene sus propios derechos fundamentales. Por desgracia, no descubro nada si digo que muchos países no cumplen con los derechos humanos y los derechos fundamentales.

Es perfectamente posible (de hecho ocurre en casi todas las constituciones) que un derecho fundamental de un estado sea a su vez un derecho humano, pero ello no debe llevarnos a confusión y afirmar que todos los derechos humanos son derechos fundamentales. El derecho a la vida está recogido en el artículo 15 de nuestra constitución, por lo que es un derecho fundamental para España y también un derecho humano recogido en la Declaración Universal de Derechos Humanos y en el Pacto internacional de Derechos Civiles y Políticos. Pero por ejemplo, el derecho a la salud, que es en derecho humano, no es un derecho fundamental puesto que la Constitución no lo sitúa en esa posición, otorgándole esa relevancia, que si tiene por ejemplo la educación.

Es época de recuperar derechos.

Debemos ser plenamente conscientes de ello, y ejercer los recursos básicos para su reconocimiento, lo que implica necesariamente que todos y cada uno de nosotros articulemos nuestros propios mecanismos para reconocer  defender nuestros Derechos y proteger los de nuestros conciudadanos.

Empecemos a valorar si el proceso de transformación y cambio social del que tanto se habló en su momento con ocasión de la pandemia y durante el confinamiento, es real o no. Yo, sinceramente, no soy nada optimista.